La excanciller de Bolivia, Karen Longaric Rodríguez, afirmó la mañana de este miércoles que no tiene ningún problema en declarar como testigo en el caso gases lacrimógenos, en que el principal investigado es el exministro de Gobierno Arturo Murillo.
Longaric dijo que se trata de una persecución política del Gobierno y en particular del Ministerio de Justicia. Afirmó que la Cancillería no intervino en la cadena de la compra de ese material, no letal para la Policía Boliviana, por parte del Ministerio de Gobierno.
Atribuyó su citación, a cargo del Ministerio Público, a declaraciones que realizó en días pasados. “Primero repudié el hecho en el que está involucrado el señor Murillo porque nos dejó devastados a las personas honestas y que hemos trabajado por el país. Segundo, dije que el ministro de Justicia (Iván Lima) estaba viciando la etapa de investigación y que debería apartarse, no solamente del rol de vocero o de impulsor del proceso de investigación, sino por ética. Su intervención en esto es muy penosa”, aseguró.