El ex ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, indicó que la detención del hombre de confianza de Jeanine Añez en EE.UU, Arturo Murillo y la una investigación del FBI confirma que hubo un negociado de corrupción en la compra de gases lacrimógenos y qué el exministro de Gobierno no es un perseguido político.
Justiniano, pidió al actual gobierno solicitar la extradición de Murillo para qué responda en Bolivia por corrupción e enriquecimiento ilícito en plena pandemia. Una vez más, indicó qué Murillo fue pura boca porqué escapó y nada raro qué intente volver hacer en EEUU qué ya sabe de su caso.