La exministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, indicó que Arturo Murillo tuvo una relación de a “besos y hablándole bonito” a la exmandataria Jeanine Añez lo que influyó, con ayuda del empresario Samuel Doria Medina, a que oficialice su candidatura a la Presidencia en las elecciones del pasado año.
Aseguró que a semanas de haber sido posesionado en el cargo se convirtió en una persona “déspota” que “quería mandar y dominar en todos los ministerios”.
“No faltan los amarra guatos en cada gobierno y en cada posición política y los hay en los de derecha y en los de izquierda que al final ellos no sé si existen personas de derecha izquierda, pero de lo que sí estoy segura, que existen personas que se aprovechan del pueblo boliviano y que estos son políticos tradicionales los cuales ya tienen que irse a descansar”, cuestionó.