Por Carlos Valverde
Ligeros de conciencia, no trepidan en faltar a la verdad; no hicieron señal de asco a la hora de decirle a la gente que llegaba la Sputnik V (la dosis 2) en grandes cantidades, hasta que no llegó y ahora comienza a desmoronarse la trampa discursiva.
Jorge Drexler, el poeta uruguayo canta: “Amar la trama más que al desenlace” y el viceministro de Comercio Exterior, Blanco, no parece entender que en el caso de las vacunas es más importante el desenlace, pero, claro, cómo va a salir bien esto si para el gobierno las vacunas son un asunto de comercio exterior y no de salud.
Y venimos a enterarnos, entonces, que la Sputnik es la única vacuna que tiene una primera dosis que “estira” tanto como sea necesario para seguir vendiendo primeras dosis (he ahí el enganche) con la promesa de una “poderosa” segunda dosis, que se pueda fabricar si hay componentes.
La vacuna tiene “ahora más duración” simplemente porque ellos lo dicen. Listo: se cree o no, no hay pruebas. ¿Es serio lo que hacen? Hacer pasar esa primera dosis de 21 días a180 días, es decir 159 días más, sin respaldo de nadie; la OMS no dice nada, o sea, vale sólo porque ellos lo dicen y nos enteramos que en la “Europa seria” no usan ni aceptan la Sputnik.
Y como las noticias no llegan solas, ni las sorpresas tampoco, nos venimos a enterar en una conferencia de prensa, entre él y un señor ruso (¿embajador?), que Blanco hace tiempo viene pidiendo que garanticen la provisión de segundas dosis y pese a no lograrlo, ese mismo Viceministro que sabía que las dosis no estaban listas, se juntó con el tal Jayson y miraron a las cámaras para asegurar a la gente que la segunda dosis de la vacuna ya llegaba, estafando y mintiéndonos a los que esperamos esa segunda dosis para intentar recuperar parte de la vida que hemos perdido en estos más de 500 días de pandemia.
Pero como hay una mentira detrás de la otra, descubrimos que el tal “negocio de Gobierno a Gobierno” es otra mentira del “régimen que nos desgobierna”, porque nos llegó y publicamos, una carta de Russian Investiment que demuestra que hay una intermediación que seguramente está ganando unos dólares (dudo que la operación se haga en rublos), cuando desde Arce hasta abajo hablaban de relaciones de Gobierno a Gobierno.
La carta en cuestión dice que Bolivia está en sus prioridades de entrega de vacunas, exactamente lo que le dicen a Argentina, como si fueran amantes furtivos: “sos el único, te lo juro”.
Y ahora aparece el tal Jayson Auza a decir que “una dosis Sputnik es más efectiva que otras ‘codiciadas”. “Lo que debemos establecer es que existen vacunas de una sola dosis: como la Johnson & Johnson que tiene una efectividad del 63,3%. En cambio, una sola dosis de la Sputnik V tiene mayor porcentaje según los estudios mencionados”, asegura Auza. (Página Siete, sábado 24 de julio)
El problema es que Jayson solo confirma aquello que se denunció en Clarín (Pablo Sigal, 24/06/21): Componente 2 de la Sputnik V: crónica de una muerte anunciada hace 164 días en Rusia “La crisis del Gobierno por el déficit de segundas dosis de la vacuna rusa tuvo su germen en enero.
Las alertas que nadie pareció escuchar y ahora ponen en jaque la inmunidad de millones de argentinos”. El Ministerio de Salud, con base en datos del Laboratorio Gamaleya, dijo que el primer componente de la vacuna rusa es igual a la unidosis de la Sputnik Light.
“El certificado de defunción del componente 2 se firmó oficialmente hace 50 días en Rusia, cuando ese país aprobó la eufemísticamente llamada Sputnik Light.
Es la mitad de la vacuna original, aunque su efectividad –según los datos publicados– es del 79 por ciento. Con el esquema completo, la efectividad sube al 92”.
Tarde, Jayson, esa ya nos la sabemos, cuéntate otra que no sepamos y deja de mentir a la gente… ya no hay tiempo.
Y por favor, no “ideologicen” el tema que están pinchando por montones a los que se benefician con la Johnson & Johnson y cuando digo que no ideologicen es por su “antiamericanismo”, no por una supuesta posición ideológica que los junta a Rusia porque eso no es verdad, Rusia es ultraliberal. Se pueden parecer en eso de prorroguitas o totalitarios, por corruptos, pero no ideológicamente.
En conclusión: estamos mal, no hay vacunas, pero hay chances, el experto inmunólogo y estudioso Ronald Palacios dice que después de volver a revisar las estructuras de las vacunas, ante la posibilidad de usarlas como segunda dosis a los vacunados con la primera de Sputnik V, las vacunas que se podrían usar son: Pfizer, Moderna y Sinopharm.
La Johnson & Johnson y la de AstraZeneca no son recomendables porque tienen adenovirus como vector. Dado que la SputnikV también usa adenovirus como vector, existe el riesgo de que al poner la Johnson o AstraZeneca, se produzca una respuesta inmune importante contra el adenovirus.
La gobernación cruceña debiera instruir que eso se haga. Si el gobierno nacional se queja, que use sus 54 millones y les pague por las Pfizer, Moderna y Sinopharm que se usen en beneficio de los ciudadanos del departamento. Eso es autonomía no discurso.